La Alarma Social y los hoaxes: breve explicación

Una de los objetivos de la puesta en circulación de ciertas cadenas o hoaxes es la de provocar alarma social, ya sea como finalidad única o como medio para:

• facilitar la obtención de información de usuarios
• provocar daño a sitios web, redes informáticas y servidores
• intervenir en el consumo de determinados productos y servicios (generalmente para perjudicar las ventas)
• modificar las actitudes de las personas frente a ciertos elementos sociales y culturales
• modificar las conductas de las personas

Pero ¿de qué hablamos cuando hacemos referencia a "Alarma Social"?

Se refiere a un estado particular que se busca promover en la masa social, pleno de afectos negativos y de sensación de disgusto, desvalimiento, abuso o peligro inminente. Para ello se echa mano de una variedad de datos y documentos distorsionados, falseados, inventados, para justificar enunciados o denuncias apócrifas relativas a un sinfín de ámbitos de la vida de las personas; con el ánimo de influir en sus ideas, costumbres, conductas, preferencias.

Podemos decir que la alarma social trata de instaurarse principalmente a través de Internet (correo electrónico, redes sociales, foros), aunque muchas veces los medios masivos de comunicación clásicos toman como fuentes a estas publicaciones de la web sin realizar la pertinente constatación de veracidad, lo que propaga la falsa información y potencia los efectos de alarma. La unidad básica de transmisión de este tipo de desinformación se conoce como hoax o bulo.

Entre las clases más habituales de hoaxes podemos encontrar:

• Referidos a enfermedades y epidemias: la gripe aviar
• Referidos a contagio de enfermedades infectocontagiosas: las jeringas infectadas con SIDA en las butacas de los cines
• Referidos a robo y tráfico de órganos: joven al que le quitan los riñones tras una fiesta
• Referidos al auxilio de un niño gravemente enfermo: ayuda a Cleto
• Referidos a nuevas modalidades de estafa: llamada falso de la empresa de telefonía que deriva en aumento astronómico de la facturación
• Referidos a nuevas modalidades delictivas y violencia: la sonrisa de payaso
• Referidos a beneficio económico: Bill Gates regala su dinero
• Referidos a productos y servicios: ingredientes cancerígenos de los desodorantes
• Referidos a la alimentación: la carne de Mc Donalds, los efectos de la Coca Cola en el organismo

Como podemos deducir de la lista precedente, muchos de los hoaxes se basan en leyendas urbanas de larga circulación en la sociedad y en la Web; de hecho muchos hoaxes son simplemente dichas leyendas urbanas adaptadas para el reenvío masivo (por e-mail en primera instancia). Sin embargo, al comparar estas variantes se hace evidente que los efectos provocados por un hoax que pregona el reparto del dinero de Bill Gates (cuya finalidad casi transparentada es obtener direcciones de e-mail), son muy diferentes a las conductas que podría determinar un hoax que "informa" sobre la epidemia de gripe A en tal ciudad o sobre la presencia de químicos cancerígenos en tal o cual producto.

Por lo general, la finalidad de crear alarma social se circunscribe a facilitar la obtención de datos de usuarios o perjudicar servidores web, modificar hábitos de consumo y actitudes; lo cual no es un dato menor, puesto que en ocasiones se genera una real inquietud y sensación de inseguridad en la sociedad, influyendo incluso a nivel político y gubernamental. En la política de las naciones se encuentra presente el riesgo de la alarma social, como forma de desestabilizar una gestión determinada. Como ejemplo podemos tomar este artículo del sitio web CNN México: http://mexico.cnn.com/nacional/2011/09/01/el-gobierno-de-tabasco-propone-carcel-para-quienes-generen-alarma-social de donde extraemos un fragmento ilustrando cómo se considera incluir la figura de Alarma Social en el Código Penal de dicho país.

"A quien por diversos medios orales, escritos, electrónicos, o de cualquier otro tipo, difunda información falsa con el ánimo de causar alarma, perturbar la paz pública o el orden constitucional, se le impondrá prisión de seis meses a cinco años y multa de 100 a 500 días (de salario mínimo)”.

La discusión en este ámbito pasa por determinar si realmente el concepto de Alarma Social es válido para plantear una modificación en las leyes, o sirve solamente como pretexto para la persecusión ideológica y como medio legitimado para coartar la libertad de expresión.

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Un ejemplo de mensajes actuales: imágenes transmitidas a través de Facebook

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