jueves, 2 de julio de 2015
DESAPARICION Y REGRESO DE UNA NIÑA LUEGO DE 50 AÑOS
Se cuenta que a principios de 1900 una familia conformada por tres integrantes (papá, mamá e hija), vivían en una zona apartada de una montaña. Un sábado como cualquier otro, los padres enviaron a la pequeña de apenas 5 años a recolectar para el desayuno y el resto del día.
La niña obediente sale, como tantas otras veces antes, a buscar las uvas y otras frutas para su familia. Al pasar varias horas y percatarse de que la niña todavía no regresaba sus padres preocupados comenzaron su búsqueda, gritaban su nombre con desesperación y fueron a todos los lugares cercanos, pero la niña no aparecía.
Las horas se transformaron en días y un grupo de voluntarios del pueblo se ofreció para ayudar a los padres a buscar a su pequeña hija. Durante semanas se mantuvo la búsqueda e inclusive buscaron en las profundidades de un barranco de la zona, no había rastro de la niña, ni de su ropa o la cesta que llevaba, por ningún lado habían huellas, pareciera como si hubiera desaparecido sin más.
El matrimonio quedó profundamente afectado, no pudieron superar tan irreparable pérdida y a pesar de ser una pareja joven no quisieron tener más hijos. Todas las noches el matrimonio rezaba por el descanso eterno del alma de su pequeña, ya que aunque nunca se descubrió el cuerpo ellos estaban casi seguros que la niña había fallecido.
Pasaron más de 50 años, cuando un día como cualquier otro, la mujer observa una pequeña niña a lo lejos que poco a poco se va acercando a la casa. Sus ojos no podían creer lo que veían, era su hija, era la misma pequeña de 5 años que regresaba con la misma ropa con la cual había desaparecido y la cesta llena de frutas. Rápidamente la mujer llamó desesperada a su esposo, quien tampoco podía creer que era ella, ambos saltaron a abrazarla y a besarla.
Por su parte, la niña estaba un poco asustada, para ella, esas dos personas no eran sus padres: sus cabellos eran canosos, sus cuerpos eran diferentes y las arrugas se habían hecho presentes alrededor de sus ojos y frentes. Sin embargo, después de un rato entendió que sí se trataba de ellos.
La niña le relató a sus padres que había salido a hacer la tarea que le habían encomendado y que tan solo habían transcurrido unas pocas horas, pero la realidad es que habían pasado más de 50 años y la niña no solamente había regresado, sino que su apariencia era idéntica a cuando desapareció. Algunos insinuaron que se podría tratar de una impostora, pero más allá de la apariencia física exacta a la de la niña desaparecida y la misma ropa, la niña conocía detalles e intimidades de su familia que más nadie podría saber.
Fuente: http://supercurioso.com/la-nina-desaparecida-que-regreso-50-anos-despues/
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