Cuando el padre repitió aquella queja de que el niño era insoportable, de que no había manera de controlarlo cuando se desbocaba, de que al llegar a casa siempre se encontraba con alguna nueva muestra de "inadaptación", recibió la única respuesta aplicable al caso.
-El niño no hará lo que usted le diga que haga, hará lo que vea que usted hace. Los niños
siempre nos están observando.
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