martes, 21 de mayo de 2013

EL GOLEM: UN PERSONAJE DIFERENTE

En el año 1770, en la ciudad de Praga se recrudecían los conflictos entre judíos y cristiano. La autoridad no
podía ponerle fin y apelaba a su cordura y sentido común, pero no logró nada y la ciudad se dividió en dos, de un lado el barrio judío y del otro los demás. Y a pesar de la vigilancia, los hechos de sangre se suscitaban y aumentaban cada vez más. Entonces, en un esfuerzo para evitar más conflictos, los rabinos se reunieron y dispusieron que ningún judío debía salir al oscurecer el día, lo que terminó con los conflictos y las muertes sin imputado alguno. Pero como los cristianos todavía estaban con algún rencor, se propusieron hacer culpar a los judíos matando a un no muy popular cristiano y poniendo la discordia de nuevo a su favor.
Entonces los judíos apelaron al viejo Löw, un rabino con mucha experiencia y sabiduría, pero él no quiso saber nada y dijo que arreglaría esto a su manera. Todos sabían que Löw practicaba la vieja ciencia judía de la Kábala, una magia maligna, y supieron que esto no terminaría bien.
Mientras tanto, en la ciudad de Presburgo, en otra reunión de rabinos, entró un asistente y dijo: "ahora en Presburgo también tenemos un GÓLEM, que según dicen, hace de las suyas por las calles de la ciudad".
- ¿Qué es un Golem?- preguntó un rabino.

- Una vez, el poderoso rabino Löw creó, en Praga, un hombre de barro, igual a como Dios creó al ser humano de barro, y le insufló vida con fórmulas de la Kábala. El Gólem debía proteger a los habitantes de la ciudad judía de las persecuciones de los cristianos. Por entonces era corriente arrastrar cadáveres en secreto hasta la ciudad judía para acusar de asesinato a sus habitantes, por eso el Gólem debía patrullar las calles por las noches. El Gólem es mudo y pobre de espíritu, pero entiende y ejecuta las órdenes que se le dan. En su frente lleva escrita la palabra AEMAETH, que significa “verdad”, pero cuando el maestro borra las primeras letras de la frente, queda la palabra MAETH, que significa “muerte”; entonces el Golem se descompone y vuelve a la tierra. Pero el Gólem no solo es útil: lo primero en ellos es su fuerza incontenible y que, a través de la tierra que pasa del suelo a su cuerpo, crece día a día. En una ocasión, un Golem creció tanto que el rabino ya no podía alcanzar su frente para borrar las letras y destruirlo. De modo que se le ocurrió una treta: pidió al Golem que le quitara las botas, y cuando el coloso se agachó, el rabino borró las letras de su frente. Pero el montón de barro era tan grande que cayó sobre el rabino y lo aplastó con su peso…”


Tomado (con algunas correcciones) de:  Un personaje diferente - VUDM en Facebook

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