jueves, 14 de noviembre de 2013

CEMENTERIO DEL OESTE - HISTORIAS QUE SE CUENTAN

Un ataúd de bronce es uno de los objetos más llamativos del Cementerio. Está en el mausoleo de la familia De Innocentis. Según algunas versiones, el féretro estaba destinado a Eva Perón, pero por razones inciertas, fue a parar a otras manos.

Sobre la tumba de Ignacio Colombres -que murió a los 28 años- siempre hay flores. Los cuidadores del cementerio dicen que no se sabe quién las deposita, pero se cree que pueden ser estudiantes que le hacen promesas para tener éxito en sus exámenes.

El mausoleo de Segundo Filippi es una muestra de la más bella y ostentosa arquitectura de la época. En la capilla sólo cabe un cajón, pero en el sótano hay lugar para unos 50 ataúdes.

El mausoleo de la familia Yriarte se convirtió en lugar de peregrinación. Cuando los descendientes desocuparon la tumba, dejaron una imagen de la Virgen Morena, que comenzó a ser visitada por los fieles. Estos impidieron luego que las autoridades cerraran el mausoleo.

Las historias de fantasmas y de aparecidos no pueden estar ausentes en un cementerio. Comentan que si se observa con atención las puertas de algunos mausoleos, puede observarse el reflejo en el vidrio de una mujer vestida de blanco. Por supuesto, esto nunca fue comprobado.

Entre otras curiosidades, los cuidadores destacan la de una familia que solía presentarse en la tumba de su pequeño hijo para celebrarle el cumpleaños. Ponían una mesa con comida y bebida, permanecían un rato y luego se iban.



 
Cementerio de los ricos suelen llamarle al del Oeste, porque sólo las personas de holgada posición económica podían costear los mausoleos, hechos con mármol de carrara y hierro forjado, como los que se encuentran allí. En contraposición, el del Norte es denominado cementerio de los pobres. Lo cierto es que el del Oeste es rico en historia y en personalidades mientras que el del Norte los es en mitos y leyendas.

El mítico Bazán Frías no fue enterrado en el Cementerio del Oeste, pero la historia no puede ser pasada por alto, ya que murió contra uno de sus muros. El recorrido elaborado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad lleva hasta el muro sobre calle Mendoza donde mataron al delincuente. Frías fue abatido a tiros por la Policía, en 1924, cuando intentaba saltar el paredón para refugiarse en el cementerio.


Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/226649/informacion-general/

1 comentario:

  1. Es un cementerio hermoso desde el punto de vista arquitectónico, cultural, social e histórico...me encanta visitarlo cada vez que estoy en mi querido Tucumán.

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