domingo, 5 de enero de 2014

LA MEJOR AMBIENTACION PARA EL TERROR Y EL MIEDO

Muchos amigos y conocidos me han comentado que ciertas películas o libros les producen mucho miedo, y otros no les provocan ningún temor. Es algo bastante habitual, como se dice: “Sobre gustos no hay nada escrito”. Y sobre sustos tampoco, podríamos agregar. No es extraño que algunas producciones no generen un gran efecto, ya que no siempre se trata de obras llevadas a buen término.
Una mala película o novela de terror no dan miedo, simplemente porque uno descubre de entrada los puntos flojos que presenta y se entretiene en buscarlos y contabilizarlos, hasta llegar al momento en que el tedio nos supera y preferimos dedicarnos a otra cosa.
Sin embargo, hay ocasiones en las que obras bien construidas, reconocidas y recomendadas parecen no tener efecto sobre una parte de sus consumidores. Y ahí el asunto se vuelve un poco misterioso. Escenas épicas que parecen no afectar en lo más mínimo a algún amigo, pasajes escritos con maestría que no le mueven un pelo a una compañera, nos dejan un poco extrañados, porque sabemos que a nosotros si nos dio miedo, o nos dejo algo asqueados, o nos sentimos ofendidos por la propuesta. Digamos, porque a nosotros si nos afectó, y a nuestro acompañante la escena no pudo haberle importado menos.
Si nos ponemos a pensar en el tema, descubriremos que nosotros también somos “inmunes” a determinados contenidos, mientras que otros nos producen escalofríos de inmediato. Además, cada uno manifiesta una determinada sensibilidad a ciertos temas, o medios, o estilos. Es la particularidad de cada uno que se manifiesta también en este frente.
Para todas las personas que disfrutan del cine y la literatura de terror, un aspecto fundamental para disfrutar una obra de la mejor manera es la ambientación. Una de tantas cosas (no necesariamente la única ni la más importante) que buscamos en esas producciones es sencillamente algo que nos asuste. Que nos ponga la piel de gallina, que nos haga mirar por encima del hombro, que nos acelere la respiración, que nos haga taparnos hasta la cabeza aunque haga calor y nos obligue a asegurarnos que ninguna parte de nuestro cuerpo sobresale de la cama a la hora de dormir. No siempre tenemos éxito. Por eso vamos a hacer un repaso a las variables a tener en cuenta para generar el ambiente propicio que nos permita sacar el máximo provecho a nuestras obras favoritas.


Variables para generar una ambientación que promueva los sustos 


Estamos a punto de empezar con nuestro libro o película. Entonces debemos estar seguros de hallarnos:

SOLOS: encontrarnos solos al momento de tomar contacto con el material nos obliga a enfrentarnos con el contenido sin poder contar con la sensación de seguridad que suele brindar la sola proximidad de otra persona en momentos de peligro, tensión o miedo. Solos, en principio, en la habitación donde nos encontremos. Solos por completo en la vivienda, ya es otra cosa…

A OSCURAS: es en la oscuridad, cuando no podemos ver nada, donde entran en juego nuestra imaginación y nuestras fantasías. En una situación como la planteada, a punto de consumir producciones que sabemos están hechas para dar miedo, cada rincón que nuestros ojos no pueden escudriñar se convierte en un escondrijo desde donde acecha aquello que más nos asusta.


DE NOCHE: que no es lo mismo que a oscuras. Hay una gran diferencia entre saber que abriendo la puerta o descorriendo las cortinas va a entrar la luz del día, para apaciguar nuestra agitación, y saber que al hacerlo no vamos a encontrarnos más que con una oscuridad más profunda. La luz artificial no produce el mismo efecto que la luz del sol, la claridad del día. De noche parece como si no tuviéramos adonde escapar.

A LA LUZ DE UNA VELA: la luz mortecina de las velas permite lograr un ambiente muy provechoso, sobre todo por las sombras extrañas que proyectan debido a su ubicación baja. Las luces a las que estamos acostumbrados suelen estar situadas a buena altura; una fuente de luz a la altura, por ejemplo, de la mesa, proyecta sombras hacia arriba y hacia los lados, y no hacia abajo, por lo que generalmente aquellos sectores iluminados se ven recubiertos por sombras tan inquietas como la llama que las produce. En el caso de querer disfrutar de algún libro, la lectura a la luz de las velas cansa los ojos y los esfuerza mucho, así que debería ser un texto corto.

CON LAS CORTINAS DESCORRIDAS: si en el lugar donde nos encontramos hay una ventana que da a un fondo, un patio, un descampado, un terreno baldío, etc., que se encuentre total o parcialmente a oscuras… pasa lo mismo que en el cuarto sin luz, pero amplificado. De hecho, no importa demasiado a dónde da la ventana (mientras por ella no entre luz). Nuestra habitación, o donde sea que nos encontremos dentro de la casa, puede cobrar el valor de refugio: es un ambiente que conocemos bien y en el que, por lo general, pasamos bastante tiempo. El afuera es otra historia. Es el lugar donde está lo desconocido, lo amenazante, lo peligroso, sobre todo de noche. Y no son peligros necesariamente sobrenaturales, pero todo suma para la ambientación. Poder ver hacia afuera implica, en este caso, que también pueden vernos desde afuera.

DE ESPALDAS A LA PUERTA ABIERTA: algo sencillo que puede provocar mucha incomodidad. Dar la espalda a la vía de acceso al cuarto implica que algo o alguien, que anteriormente no se hallaba presente, podría ingresar y tomarnos por sorpresa. La vista es el sentido que más usamos, y dependemos mucho de la misma. No poder ver algo porque se halla fuera de nuestro campo de visión es al menos molesto, pero escuchar algún ruido, no saber exactamente de qué se trata, y llenar esos espacios con nuestra mente (de noche, a oscuras, solos, y viendo o leyendo “cosas de miedo”), puede generar una experiencia bastante desagradable.

ESCUCHANDO MÚSICA ACORDE: una melodía tétrica que acompañe la lectura o el visionado de imágenes incrementa mucho la tensión y predispone fuertemente para el susto. Es un recurso eficaz y eficiente que agrega mucho valor a una ambientación adecuada.

USANDO AURICULARES: la experiencia de ver un video de terror con los auriculares puestos tiene dos consecuencias principales:
1- Percibimos los sonidos más nítidos, más cercanos, lo que puede volver la experiencia más íntima. Y en el caso que nos ocupa, más escalofriante.
2- El uso de auriculares nos impide escuchar los sonidos del ambiente.
A la imposibilidad de ver la puerta, y a la oscuridad general del ambiente (según se recomienda en el desarrollo de este artículo) podríamos entenderlas como una disminución importante de la capacidad visual. A esta le sumamos la anulación de la capacidad de escuchar lo que ocurre en la habitación donde nos encontramos. Tenemos entonces dos importantes sentidos muy aminorados. No sería de extrañar que nos sintiéramos un poco indefensos…


Variables que escapan a nuestro control 


DURANTE UNA TORMENTA: es una variable que no depende de nosotros, pero bien podemos elegir una noche tormentosa para zambullirnos en la lectura de una buena novela o cuento de terror, o en una película del género. Los truenos y relámpagos son el trasfondo perfecto para entrar en clima. La lluvia golpeando fuerte contra los vidrios y el viento aullando de forma siniestra también ayudan. Por el contrario una lluvia ligera suele tranquilizar a mucha gente (hasta dan ganas de echarse una siesta…) así que no sirve para nuestros fines.

EN MEDIO DE UN SORPRESIVO CORTE DE LUZ: suponiendo que ocurra de noche, es la situación perfecta para potenciar el miedo que podemos sentir: no hay luz dentro de casa ni afuera, en la calle, y por un buen rato no podremos hacer nada al respecto. Para las películas será necesaria una notebook, netbook, tablet, etc. Para la lectura, las indispensables velas (que dicho sea de paso, también ayudan a la ambientación para ver una buena película).


Resumiendo: debemos hallarnos solos, a oscuras y de noche, a la luz de una vela, con las cortinas descorridas y de espaldas a la puerta abierta, escuchando música acorde usando auriculares, de ser posible durante una tormenta, en medio de un sorpresivo corte de luz.

  • Espero que estos puntos les hayan parecido interesantes y les sirvan. 
  • Qué variables creen que deberían agregarse a esta lista? Dejen un comentario con su respuesta! 
  • Si estos tips les sirvieron, también comenten y compartan su experiencia! 
  • Saludos!

Hernán

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