Memento mori es una frase latina que significa "Recuerda que vas a morir" en el sentido de "Recuerda que eres mortal". Suele usarse para identificar un tema frecuente, o tópico, en el arte y la literatura que trata de la fugacidad de la vida. La frase tiene su origen en una peculiar costumbre de la Roma antigua. Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre. Lo hacía pronunciando esta frase, aunque según el testimonio de Tertuliano, Apologético 33, probablemente la frase empleada era:
"Respice post te! Hominem te esse memento!"
"¡Mira tras de ti! Recuerda que eres un hombre" (y no un dios).
También se usa esta frase para denominar a una costumbre de fines del siglo XIX y principos del XX: fotografiar a los seres queridos que habían fallecido, es decir a la fotografía post mortem de esa época.
Según la revista Escape/Historia, los retratos post mortem entremezclan la melancolía por el ser querido con el misterio que rodea a la muerte. Son fotos tomadas a difuntos y que implican un primer acercamiento de la fotografía a la representación de cuerpos muertos...
Sacar a la luz la imagen de un cadáver hoy se considera un tabú, pero a finales del siglo XIX se trataba de una práctica habitual. (...) La difusión de la fotografía entre el público americano fue rápida y se dedicó a reflejar las etapas importantes de la vida: el nacimiento, el matrimonio, el servicio militar y la muerte. El fotógrafo acudía al domicilio del fallecido, o en su defecto, eran los familiares quienes llevaban al difunto hasta el fotógrafo. La práctica era común con niños y bebés, debido a la alta mortalidad que los afectaba en aquella época. La imagen de la persona muerta servía a sus familiares a modo de recuerdo, ya que en más de una ocasión era la única foto que se tenía del pariente. (...) Los cuerpos aparecían en general sobre su lecho mortuorio o en el féretro, con los ojos cerrados y las manos en cruz. Sin embargo, existen imágenes en las que los muertos parecen dormir o simulan estar vivos, ya sea con los ojos abiertos o el cuerpo incorporado. (...) ¿Cómo reaccionaba la gente ante estas imágenes, hoy espeluznantes? Además de tratarse de un hecho muy generalizado, fue perfectamente aceptado por la sociedad, que entendió esta práctica como algo normal. En ningún momento fue percibido como una experiencia morbosa o extraña. Prueba de ello fueron, además de los avisos publicitarios que ponían los fotógrafos en los medios de forma cotidiana, las numerosas muestras que se realizaban de los retratos post mortem. En las postrimerías del siglo XIX, estas imágenes circulaban como tarjetas de visita para coleccionar.
No está de más recalcar la diferencia entre este tipo de imágenes y las fotografías sensacionalistas de cadáveres, dotadas de una intencionalidad distinta ligada al entretenimiento morboso; aún son habituales circulando por internet. El sentido del memento mori se nos escapa, se gesta y se sustenta en una realidad que hace décadas dejamos atrás y perdura como testimonio de los cambios culturales, cambios que a veces nos parecen tan radicales que llegamos a dudar de la veracidad de ciertas tradiciones que nos precedieron.
Prefiero no publicar imágenes para no herir susceptibilidades; si voy a dejar un link hacia un video recopilatorio con las fotografías más representativas. De todas maneras vaya la advertencia: a pesar de la ausencia de sangre, heridas, etc, son imágenes fuertes que pueden impactar emocionalmente...
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Dejo también esta escena de la película Los Otros, donde se hace referencia a un "Álbum de la Muerte", que recopilaba estas fotografías de difuntos.
no puedo evitar sentir un escalofrio cuando veo imagenes de niños... pero en general, todas estas fotos me producen mucha tristeza
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