Esta realización data del año 1994 y con ella Balagueró consiguió triunfar en el Festival de Sitges. Filmada en blanco y negro, enmarca en un ambiente industrial y amenazante: desnudos femeninos parciales, insinuaciones sexuales orales incorporativas y expulsivas (grotescas en algún punto), referencias al cuerpo de la mujer, a la violación, a la iglesia. Además de agujas, sangre, siniestros personajes vestidos de látex llevando máscaras de gas, una entidad matriarcal terriblemente distorsionada...
No es un video gore, pero puede llegar a generar ansiedad y aprensión en el espectador. La musicalización y el sonido colaboran fuertemente en este sentido.
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