IMAGENES DE FANTASMAS: FOTOGRAFIAS DE WILLIAM HOPE

A comienzos del siglo XX la fotografía durante sesiones espiritistas aseguraba proporcionar pruebas de una existencia más allá de lo corpóreo. Innumerables espíritus habrían sido retratados, ya sea reflejando una imagen similar a lo que fueron en vida, o bajo la forma de ectoplasma. Una de las producciones más reconocidas en su momento fue la de William Hope, un espiritista británico que prestaba sus servicios en gran medida a familiares de caídos durante la Primera Guerra Mundial.
Las fotografías de Hope has sido catalogadas como falsas hace tiempo. Actualmente las composiciones difícilmente puedan engañar a alguien, pero en aquella época la fotografía no era demasiado habitual, mucho menos el conocimiento sobre sus técnicas de revelado y las posibilidades que este tratamiento ofrecía.
Es destacable además la relación que se establecía antiguamente entre la muerte y la tecnología fotográfica: una imagen de tal realismo era costosa, y muchas veces no resultaba accesible más que al final de la vida, siquiera como fotografía de difuntos (la costumbre del Memento Mori, ya tratada en el blog). Si el retrato fotográfico no había sido posible en vida, y tampoco apenas después de muerto, la única forma de obtener una imagen del ser amado se reducía al ámbito del espiritismo.