miércoles, 29 de octubre de 2014

DINERO SUCIO

 Otro aporte de Daner al blog, para que puedan disfrutar de su nuevo relato. Espero que les guste!

DINERO SUCIO

Quien pensaría que un trabajo tan sencillo, se decía James, pudiera salir mal, en todo caso nos seguirían hasta la selva y allí no podrían apresarnos.
James vivía a las orillas de Atlanta, había sido boxeador y sufriendo las penurias de la pobreza, llego a cometer algunos robos menores de los que nunca pagó culpa y este recuerdo le sirvió para ser buscado por otros dos conocidos, Jeffrey y un tal Percival al que le decían “el jefe”. Viajaron en un vuelo clandestino a una selva centroamericana, y de allí llegaron a una ciudad pequeña pero creciente en la que estaba su objetivo, un banco bien instalado y pujante en el cual guardaban sus dólares delincuentes organizados de la zona.
Tenían todo bien planeado, era un golpe limpio y rápido, los tres conseguirían muchos más dólares de los que pudieran robar en su tierra.
Ese día tarde a la hora del cierre del banco vieron los pobladores como tres tipos grandes y extraños corrían desde la puerta hacia un automóvil llevando tres sacos llenos, luego unos disparos y enseguida toda la policía correr tras ellos.
Tenían un automóvil rápido pero James pensó,” de que nos servirá en la selva, si nos adentramos quedaremos atascados y nos atraparán o peor nos mataran”. El vehículo entro al sendero selvático sacudiéndose y dando tumbos.
Los otros dos no se percataron, pero James iba viendo hacia atrás y notó que todos los que los seguían habían detenido su marcha en la entrada de la espesura. Los otros reían y decían, ya los perdimos.
A oscuras horas de la tarde, yendo por un sendero cavado al costado del cerro, tenían a un costado la pared verde de plantas y árboles y al otro la pendiente, cuando de pronto desde la altura lograron ver una especie de animal peludo, se erguía como una persona y corría hacia ellos moviendo sus largos brazos con grandes garras y dientes afilados apartando las plantas despejando todo a su paso, no pudieron reaccionar, James abrió la puerta trasera de su lado, la bestia cayó sobre el costado del coche y metió una mano por la ventana desgarrando al conductor, James no dudo en arrojarse fuera, y el automóvil se precipito dando algunas vueltas. Él, que había caído fuertemente todando por las piedras, tenía todos los huesos doloridos, no podía moverse, o no quería para no sentir más dolor pero no estaba salvado, el monstruo tal vez lo vería vivo y quién sabe qué le haría.

De a poco notó que estaba entre muchas plantas altas y bien oculto por la espesura, se consoló y empezó a reaccionar. Ya de noche calmó sus dolores y resolvió dormir, a la mañana siguiente al despertar comenzó a recordar todo con lucidez, pensó que debía llevarse todo, ¿para qué había venido sino?, se levantó a duras penas, camino hacia donde había caído del vehículo y en el camino estaba el que había sido su jefe, todo descuartizado. No podía creerlo, sintió un miedo repentino pero resuelto bajó al automóvil y saco uno a uno los tres sacos con dinero, Percival no estaba pero había rastros de él que le indicaban que ya estaba muerto. No le importó, cargó los sacos hacia el sendero, puso dos al hombro y al otro le ató abajo una corteza de árbol para poder arrastrarlo, no habría pensado nunca que el papel pesara tanto, siguió hacia atrás por donde habían venido, tal vez encontraría un pueblo de campesinos al cual pedir ayuda, y dársela también, con todo ese dinero podría hacer muchas cosas…
A horas de la tarde, cansado, con sed y sin comer, estaba deshidratado y lo notó, se sentó a la par de un árbol y descanso, estaba caliente por el esfuerzo y el vapor de la selva pero le llamó la atención un frio atrás del hombro izquierdo, se miró rápido y vio algo peludo moverse, notó que era una araña del tamaño de un puño caminando hacia su cuello, la golpeó con la punta de sus dedos como pudo y se paró, le dio asco y por eso no la pisó, solo resolvió seguir por el camino
Pero empezó a sentir como mil agujas en el hombro y en las puntas de los dedos, no le importó, el hombre era fuerte y siguió. Notó a lo lejos algunas casas de madera y gente entre ellas, ya estaba salvado, solo debía escapar rápido a su tierra, el avión convenido en el lugar pautado y sería feliz, se frenó para tomar aire y notó a su derecha otra vez la bestia lanzándose encima suyo, hiriéndole y desgarrándole, vio tanta sangre que sabía que estaba perdido, miró al poblado notando como la gente llevaba palos, hachas y machetes tratando de cazar al monstruo, ya era tarde…

1 comentario:

  1. Muy bueno tu aporte Daner, espero que sigan apareciendo tus historias en el blog

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