Teniendo en cuenta todos los procedimientos que se llevan a cabo sobre los alimentos procesados, desde que se inicia su producción en base a diversas materias primas, hasta que llegan a nuestras mesas, no es difícil imaginar que algo puede salir mal en algún punto de la cadena. Habitualmente confiamos en que el producto que recibimos mantiene ciertos estándares de calidad, y así es en la mayoría de los casos. Hasta que, de tanto en tanto, algún incidente da por tierra con nuestra con nuestras expectativas y nos deja con esa amarga desconfianza frente a lo que consumimos.
Como podrán imaginarse, las imágenes a continuación son bastante asquerositas así que si son delicados en lo que a comida se refiere... no es un post muy recomendable.
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