Otro aporte de
Daner al blog, para que puedan disfrutar de su nuevo relato. Espero que les guste!
DINERO SUCIO
Quien pensaría que un trabajo tan sencillo, se decía James, pudiera salir mal, en todo caso nos seguirían hasta la selva y allí no podrían apresarnos.
James vivía a las orillas de Atlanta, había sido boxeador y sufriendo las penurias de la pobreza, llego a cometer algunos robos menores de los que nunca pagó culpa y este recuerdo le sirvió para ser buscado por otros dos conocidos, Jeffrey y un tal Percival al que le decían “el jefe”. Viajaron en un vuelo clandestino a una selva centroamericana, y de allí llegaron a una ciudad pequeña pero creciente en la que estaba su objetivo, un banco bien instalado y pujante en el cual guardaban sus dólares delincuentes organizados de la zona.
Tenían todo bien planeado, era un golpe limpio y rápido, los tres conseguirían muchos más dólares de los que pudieran robar en su tierra.
Ese día tarde a la hora del cierre del banco vieron los pobladores como tres tipos grandes y extraños corrían desde la puerta hacia un automóvil llevando tres sacos llenos, luego unos disparos y enseguida toda la policía correr tras ellos.
Tenían un automóvil rápido pero James pensó,” de que nos servirá en la selva, si nos adentramos quedaremos atascados y nos atraparán o peor nos mataran”. El vehículo entro al sendero selvático sacudiéndose y dando tumbos.
Los otros dos no se percataron, pero James iba viendo hacia atrás y notó que todos los que los seguían habían detenido su marcha en la entrada de la espesura. Los otros reían y decían, ya los perdimos.
A oscuras horas de la tarde, yendo por un sendero cavado al costado del cerro, tenían a un costado la pared verde de plantas y árboles y al otro la pendiente, cuando de pronto desde la altura lograron ver una especie de animal peludo, se erguía como una persona y corría hacia ellos moviendo sus largos brazos con grandes garras y dientes afilados apartando las plantas despejando todo a su paso, no pudieron reaccionar, James abrió la puerta trasera de su lado, la bestia cayó sobre el costado del coche y metió una mano por la ventana desgarrando al conductor, James no dudo en arrojarse fuera, y el automóvil se precipito dando algunas vueltas. Él, que había caído fuertemente todando por las piedras, tenía todos los huesos doloridos, no podía moverse, o no quería para no sentir más dolor pero no estaba salvado, el monstruo tal vez lo vería vivo y quién sabe qué le haría.